¡Hola a tod@s! Con esta cuarta entrega, ya doy por finalizada la serie de Quintetos "Todos somos pasado". Espero que los que la hayan leído, les haya sido de su agrado 😊
lunes, 2 de octubre de 2023
"Todos somos pasado" (Quintetos) IV
domingo, 17 de septiembre de 2023
martes, 5 de septiembre de 2023
jueves, 31 de agosto de 2023
viernes, 23 de junio de 2023
Palabrería (Soleá) IV
Palabrería
(Soleá)
IV
Paloma,
vuela alto y libre,
mi
conciencia está aliviada
porqué
yo sólo te quise.
Remendar
lo que mal se hizo,
con
parches de basto esparto,
cala
lo que fue cariño.
Redibújate
otra vida.
Levanta
la mano mi ángel,
qué
no sea con la mía.
Hablará
la ley del tiempo:
"Hechos,
se clavan al alma.
Palabras,
las lleva el viento".
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
23/06/2023
miércoles, 21 de junio de 2023
Palabrería (Soleá) III
Palabrería
(Soleá)
III
La
distancia echa sus anclas,
y
ni siquiera me inquieres
si
un día soltaré amarras.
No
espurrees más monserga,
tropezarán
los vocablos,
desarropando
tu esencia.
Mófate,
ríete, llora,
mi
confianza está marchita,
no
te creo ya, amapola.
¿Cómo
poder ser amigos?
Me
fundaste marioneta
de
tu mísero capricho.
Te
acuso no ser sincera;
"¡Mi
corazón se cerró!",
se
sienta puñal de seda.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
21/06/2023
lunes, 19 de junio de 2023
Palabrería (Soleá) II
Palabrería (Soleá)
II
Mas
las palabras son débiles,
un
desnudo soplo de aire,
les
borra sus efemérides.
Sin
el calor de tu abrazo,
que
jamás pidió mi boca
cuándo
hervía en desamparo.
Apartarse
del camino
sin
exhumarme detalles;
"¡Vaya
con dios, me retiro!".
¿Cómo
obligar que me quieras?
Si
adoras mismo cariz,
el
final no se desea.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
19/06/2023
sábado, 17 de junio de 2023
Palabrería (Soleá) I
Palabrería (Soleá)
I
Fácil
es decir te quiero,
ofrendándome
tu gracia,
obsequiándome
tu cuerpo.
Simple
es bañarme de te amos,
burlarme
los ojos ebrios
de
tu arrullo sin descanso.
Me
viajarás por el mundo,
el
baúl rebosa amor,
yo
en tus brazos oportunos.
Me
arroparás infinito,
serás
mi sombra de día.
La
noche, mis besos finos.
¡Ay!
Qué hábil eres de labia,
prometes
con poderío,
amas
sutil y con gala.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
17/06/2023
lunes, 22 de mayo de 2023
Pidiendo paso... (Romance)
Pidiendo paso… (Romance)
El
tiempo que se retuerce
en
inquietas espirales
para
escombrar el camino
de
pedruscos denigrantes.
Y
las sombras que amenazan
con
desviar al caminante,
de
su trayecto marcado
por
la vida, le acicale
sus
pisadas decorosas
y
su mochila inflamable,
que
encienda las alegrías,
calcine
lo que no agrade.
Nada
secuestre el futuro
ni
pasado que le mande,
abra
paso de seguida,
qué
el ahora surca el viaje.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
22/05/2023
miércoles, 17 de mayo de 2023
Fue luz (Liras)
Fue luz (Liras)
Su
fulgor rimbombante
barrió
la oscuridad de mi universo,
brotó
vida al instante,
su
sonrisa arte y verso,
y
adoctrinar mi amor fue muy perverso.
Su
luz magia tenía,
sus
ojos azabache error mortal,
preso
te retenía
al
mirarla tal cual,
degustar
su mirada, fe vital.
Hechiza
simpatía,
vivaz
encantadora de serpientes,
sus
labios poseía
risas,
besos fervientes,
seducido
a su vera te presientes.
Mas
hay luces diversas,
algunas
brillan alto y estridente,
muchas
relumbran tersas,
radian
efervescente,
otras
mueren, se apagan contundente.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
17/05/2023
martes, 11 de abril de 2023
"La niebla roja"
¡Hola a
todo@s! Os presento una increíble historia de amor transcurrida por el
misterioso mundo maya y los mundos del más allá. Ahora reeditada en ebook ✍
Si os gusta
la temática y la lectura os invito a leerla y a que la disfruteis. Y que
tengáis un buen día 😊
lunes, 20 de marzo de 2023
¡Corred, corred, qué huele a primavera!
¡Corred, corred, qué
huele a primavera!
(Serventesios
Alejandrinos)
Escuchad
como chillan los prados de alegría,
lo
dice el viento aprisa, quebrado de contento,
que
lo oigan las criaturas, esas que tanto ansía
deshacer
el hallarse roncero y soñoliento.
Las
mariposas vuelan con arte y gallardía,
salpican
de colores el aire con su aviento
por
llegar a las flores, besarlas sin porfía
y
propagar primores, el campo un monumento.
Mirad
que indumentaria lleva de fantasía
el
almendro y cerezo, son flores con talento;
un
rosa moteado los traza y atavía,
y
viste la campiña, cautivador momento.
Ahí
baja el arroyo con su agua en rebeldía,
recordando
a las rocas de verde vello, atento,
qué
jueguen y se escondan, de la orilla se fía,
el
sol hará cosquillas a la nieve en aumento.
Ya
están los pajarillos en plena sinfonía,
combinando
sus trajes de plumas y ornamento,
burbujea
in crescendo música y melodía,
don
ruiseñor, soprano, de valles con su acento.
El
lirio nos irradia su linda anatomía,
pétalos
margarita, me quiere, no me... intento,
la
lavanda perfuma paisaje en bizarría,
aroma
del romero, de la abeja su aliento.
La
hormiga sale, explora, su despensa vacía,
la
ardilla le remeda ducho conocimiento,
la
liebre vuela matas con gozo y simpatía,
los
osos desperezan con corvo descontento.
Magia
todo renace, natural valentía,
toca
buscar pareja, comida, un aposento,
gen
procreador sopla vigor con maestría,
llegó
la primavera con todo su portento.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
20/03/2023
lunes, 27 de febrero de 2023
"Caminos torcidos" (Octavas Reales)
Caminos torcidos (Octavas Reales)
Será error el
momento del encuentro,
de mal
augurio el día señalado,
el primer
beso intuye desencuentro
con el futuro
ciego y sentenciado.
Luchan las
almas por el reencuentro
pero el sueño
perdura maniatado,
el deseo se
entrega muy sincero,
su amor entre
tinieblas yace empero.
El destino
baraja bien las cartas
repartiendo
pasión a su manera,
les empapó
con besos gusto a tartas,
pensaron que
el amor de su vida era,
mas el tiempo
lanzóles un: "¡Me hartas!"
Sus conductas;
desquicia y desespera,
uno avista el
camino verde bosque,
pero el otro:
"Salgamos, no se enfosque".
La chispa
mira tuerta, nada alumbra,
sus corazones
ebrios de ese espanto,
cuánto más
tratarán menos relumbra,
esos gozos
vividos con encanto.
El puente les
recibe con penumbra,
las maletas
supuran desencanto,
emociones
engordan del hastío,
de un adiós
en la orilla, llora el río.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
27/02/2023
viernes, 17 de febrero de 2023
"Se despideron con la mirada"
*Basado en hechos reales
Se despidieron con la mirada
Caminaban los
tres aprisa
sobre la
recia piel de la nieve,
que les voceaba
crujidos de rabia al ser mordida
por los
dientes afilados de los crampones de alpinismo.
Las horas de
sol ya estaban vendidas.
De un momento
a otro, el mejor postor, don astro Sol,
se las iba a
llevar a la otra mitad del planeta
para dar lo
buenos días a algún que otro buen madrugador.
El temor no
era quedarse sin luz solar,
puesto que
llevaban frontales,
un simple haz
de luz rociado sobre la blanca albura de la nieve,
salía
rebotado con la fuerza que emana
los focos de
un estadio de fútbol.
El terror era
el frío,
al no poder
superar una pared de hielo,
adjudicada,
por capricho de
la Madre Tierra,
para ver si esas
criaturillas sabelotodo,
serían
capaces de solventar el problema que les había planteado.
Los tres
portaban piolets de travesía,
herramienta versátil
para lidiar en la alta montaña
los inesperados
retos cuando uno abre las puertas y se adentra en
los salvajes
suburbios y agrestes callejones que dominan
los tres mil
metros de altura.
Pero ese cachivache
no era demasiado astuto para el empeño del hielo,
apenas
prometer unas cuantas cosquillas a la capa azulada maciza.
El gran aclamado,
el piolet de hielo, el que se aloja terminante en
los aposentos
del agua tiesa,
se quedó distraído
en la alcoba de sus casas,
al igual que
el saco de dormir y la tienda de campaña de emergencia.
Y la Madre
Tierra les dio una vuelta más de tuerca.
Ahora les
añadió el tiempo: tic, tac, tic, tac, tic, tac…
Y poner a
prueba, ipso facto, la ilusoria elasticidad de las horas
coordinadas
por un ente invisible, a veces vil,
llamado
temperatura que, con pasmoso silencio,
te va
rodeando sin rechistar y, a la chita callando,
va atravesando
tu ropa, tu cuerpo hasta carcomer con frialdad tus huesos.
Sólo sabes
que está ahí contigo, pegadito a tu lado,
cuándo sientes
que ya no sientes tus pies, tus manos y la punta de la nariz.
Más al notar
sólida tu saliva, tu barba, tus cejas y tus mocos congelados.
Había que
tomar una decisión.
Hay que
escalar la pared congelada y
alcanzar el
refugio más cercano.
Quedarse a la
intemperie,
incluso
soñando con arrugarse dentro de un buen saco de dormir,
sólo daría
más diversión a la Madre Tierra,
regalándote
tormentas de millones de boletos
para que te
toque
la dulce
agonía de morir lentamente,
mientras te
entretiene
el maravilloso
espectáculo del titileo de las estrellas
colocadas en el
infinito firmamento.
El protocolo
alpino se activa.
Las tres mentes
lo acatan per se.
¡Sálvese quien
pueda!
Los varones
se dan media vuelta y
comienzan una
precisa sinfonía
sincronizando
el balanceo de la puntiaguda nariz de acero de la mano
con el
movimiento atento de los afilados cuernos de sus zapatos,
en el intento
de clavarlos firmes en la espesura del hielo para poder trepar.
La mujer
empieza con un ensayo de afinar sus instrumentos,
golpeando el
agua compacta con la naricilla de su herramienta,
provocando
una cacofonía de chasquidos
deseando
saborear el hielo también con los colmillos de sus pies.
Al cabo de
costosos minutos, de sudores coagulados, los dos hombres alcanzan las almenas
de la muralla glacial.
Se miran de
reojo, luego abajo, en busca de la compañera que sigue lejos,
enfrascada en
un angustiado mano a mano contra su destino.
Error. Egoísmo.
Pena. Lamento. Supervivencia,
remueven las
cabezas de ellos.
Ella alza su
vista y mira a los dos chicos. Culpabilidad. Cagada. Odio.
Ojalá esa
mirada lanzasen piolets de hielo en vez de cuchillos, desearía.
Es una pena
perder una vida.
Si bien, más
insensato sería perder las tres.
Esas miradas
lo dicen todo sin decir nada.
De esa
manera, sin mentar palabra alguna, se separan, desaparecen,
cada uno esclavizado
a los prejuicios de sus conciencias.
Ella, sola,
decide darse
una oportunidad más
por seguir
amarrada a la justamente injusta vida.
Invoca
fuerzas divinas,
tal vez,
poderes de la
naturaleza, de la nuestra,
que yace borboteando
desconocida en nuestro interior.
Consigue
sobrepasar el muro mortal de hielo.
Caminó con
tenacidad, encorvada, embistiendo de frente
las tempestivas
voces humillantes de la Madre Tierra,
para dar
alcance a los dos “amigos”.
Los tres se
resguardaron a tiempo en el refugio.
A pesar de
las tiranas leyes de la Madre Tierra.
A pesar de
aquellas miradas de un hasta siempre.
A pesar de
aquella despedida de un cabizbajo silencio.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
17/02/2023
lunes, 13 de febrero de 2023
"Tu calor"
Tercetos Bou:
1º libre de rima, sin asonar con el
pareado,
2º y 3º riman todos los del poema con
el mismo tipo de rima en asonante.
Dodecasílabos en 6/6
Acento rítmico en 2ª y 5ª de cada
hemistiquio.
*P.D.: Espero que os guste 😊
sábado, 4 de febrero de 2023
"Al policía"
Tercetos
Bou:
1º libre de rima, sin asonar con el
pareado,
2º y 3º riman todos los del poema con el
mismo tipo de rima en asonante.
Dodecasílabos en 6/6
Acento rítmico en 2ª y 5ª de cada
hemistiquio.
...Y buen día a tod@s... 🙂
martes, 31 de enero de 2023
"La locomotora"
¡Hola a tod@s! Volviendo a retocar y enmendar el poema de "La locomotora". Es que la métrica de la Octavilla, como el resto de los estilos poéticos, hasta que no se le pilla el tranquillo tiene su miga 😅 Seguimos aprendiendo... ✍️🙂